Pleyadianos
La finalidad de la conexión... Los 144.000
Pleyadianos ~ La finalidad de la conexión pleyadiano/crística. 144.000
En una ocasión, cuando me encontraba bajo hipnosis, recordé una vida
pasada maya en el año 10 a. de C. en la que había una gran reunión de
todas las tribus para celebrar la finalización de la pirámide más grande
jamás construida por su cultura en ese tiempo. Se trataba de una
estructura muy alta que contaba con una abertura en la cámara superior
así como un pasaje de entrada en la base. Lo asombroso de esta pirámide
era que estaba construida con un tipo de roca granítica blanca con
grandes vetas de oro -tanto oro que parecía mármol cruzado por grandes
franjas relucientes.
Al empezar la ceremonia de celebración
maya se abrió en el aire un portal transparente de escaleras cristalinas
justo sobre la pirámide. Salió un grupo de arcángeles pleyadianos a
elogiar el logro estructural y a comunicar a todos su verdadera
finalidad. El templo en sí era un portal hacia dimensiones superiores y
una cámara de ascensión. Estábamos todos rebosantes de alegría al ver a
nuestros queridos amigos pleyadianos, nuestros maestros espirituales y
guardianes de nuestro pueblo durante tanto tiempo. Así que, cuando los
pleyadianos nos mandaron subir a la pirámide, lo hicimos sin dudarlo.
Cuando entramos todos vi una rampa que subía en espiral hacia el
interior de una abertura en forma de ventana cerca del vértice. Poco
después el brillo del sol cruzó la abertura iluminando el interior de la
pirámide, que brillaba así con luz dorada. Los rayos del sol iluminaban
la rampa, sobre la que se encendió de un color rojo escarlata la figura
trémula del Quetzalcóatl etérico, la deidad con forma de serpiente
emplumada. En el vientre apareció el rostro del Cristo, que decía:
«Ahora me conoceréis».
Los arcángeles pleyadianos nos
explicaron que el Cristo nacería dentro de unos pocos años y que
sabríamos la fecha exacta mediante la aparición de una gran estrella en
el cielo. Explicaron su papel en la Tierra como representantes del
Cristo cósmico colectivo, mencionando después a los ciento cuarenta y
cuatro mil «elegidos» de entre ese colectivo, lo cual constituía el
número mínimo de aquellos cuya conciencia despertaría tras conocerle en
vida. A fin de preparar la vibración de la Tierra para el nacimiento del
Cristo, muchos de los ciento cuarenta y cuatro mil que estaban en la
Tierra en ese momento tendrían que morir conscientemente o ascender.
Esto tendría que empezar a ocurrir desde aquel mismo día y continuar
hasta su nacimiento.
En ese momento muchos de nosotros
empezamos a levitar. Cada vez más ligeros, ascendimos desapareciendo
literalmente de la tercera dimensión. Mientras el Cristo decía: «Me voy a
preparar un lugar para vosotros», desapareció a través de la abertura
de la cámara superior, todavía en el vientre de la sagrada serpiente
emplumada. Los que ascendimos en ese momento le seguimos por la abertura
uniéndonos a él en el interior del vientre de Quetzalcóatl.
La
siguiente escena tuvo lugar en los salones de la Ciudad de Luz
pentadimensional donde se reunieron los ciento cuarenta y cuatro mil y
el Cristo. Cada uno con el aspecto de nuestra próxima reencarnación. Nos
encontrábamos preparándonos para ella repasando y planeando los hechos
futuros. Nos dijeron que se produjo una aparición parecida de arcángeles
pleyadianos y del Cristo en lugares de poder de todo el mundo, Machu
Picchu, Glastonbury, Hawai, Grecia, Egipto, África y el Tíbet. Los
«elegidos» de entre todas estas culturas habían sido reunidos antes de
volver a nacer en nuestra vida con el Cristo. Tanto el hecho como el
momento del mismo se habían preparado con mucha antelación. (Durante una
canalización el Cristo dijo que el término «elegidos» es erróneo.
Debería ser «los que eligieron» porque se trata de un grupo compuesto
por los seres que hace mucho tiempo eligieron servir a la Tierra y a su
gente mediante encarnaciones, olvidando su identidad en cuanto a ciertos
puntos de su evolución para recibir después la iluminación y al Cristo.
Ésta fue la pauta de evolución espiritual que seguirían otros.)
Un día, en el monte Shasta, hace aproximadamente un año y medio después
de la primera sesión de hipnosis, cuando me contaron por primera vez
algo sobre los Ejercicios Pleyadianos Intensivos de Luz que yo
enseñaría, Cristo estaba tan presente con los pleyadianos y
especialmente Ra, que me di cuenta de que existía una conexión entre
ellos. Aunque parezca extraño, nunca había hecho la asociación mental
entre ellos hasta ese momento. Hacía poco que había notado que cuando
los pleyadianos estaban presentes también lo estaba el Cristo, pero no
creía que fuera más que una coincidencia.
Anteriormente me
habían dicho que el trabajo de Remodelación Cerebral Delfínico y de
Enlace-Estelar Delfínico eran vitales en la sanación y la preparación de
nuestros sistemas nerviosos a las frecuencias cada vez más altas del
Ejercicio Pleyadiano de Luz. Yo me daba cuenta de que el Ejercicio
Pleyadiano de Luz, sobre todo el aspecto de Canales Ka, era necesario
para ayudar en el alineamiento divino con la incorporación del Yo
Superior. Pero ahora el nexo con Cristo era también inequívoco. Si en
cuanto a población humana vamos a realizar un salto cuántico a la
conciencia de Cristo, mucha gente necesitará prepararse con sanaciones
muy específicas y aperturas. Ese es el único objetivo del Ejercicio
Pleyadiano de Luz: despejar el camino para la segunda llegada de Cristo
en masa. Las profecías mayas, egipcias y hopis -tal vez también otras
fuentes espirituales que yo desconozco- han pronosticado este momento en
el que despertaríamos a estados de maestría, iluminación y, luego,
conciencia de Cristo todavía durante la estancia en la Tierra en cuerpo
humano.
Éste es precisamente el despertar masivo al que
Jesucristo vino a prepararnos hace casi 2.000 años. Muchas encarnaciones
y maestros iluminados a través de las épocas y de muchas culturas
diferentes han llegado al mismo nivel de conciencia que él. Sin embargo,
este libro se centra en la conciencia de Cristo y la conexión con el
Ejercicio pleyadiano de Luz porque, como ya hemos mencionado, resulta
especialmente relevante para nuestros tiempos.
Para poder
entender el objetivo de Cristo, también debemos darnos cuenta de que las
religiones ortodoxas y la censura bíblica -lo que ocurrió hace unos 150
años después de su muerte-, todo esto destruyó su verdadero mensaje.
Aunque todavía podemos saber algo de él en la versión bíblica del Rey
Santiago: «Sed tan perfectos como yo» y «haréis cosas todavía más
grandes de las que yo he hecho» son invitaciones inequívocas a la
elección de la evolución espiritual, la iluminación, la ascensión y a
abandonar la idea de que sólo unos pocos son elegidos para darse cuenta
de que somos todos elegidos. Nos toca a cada uno de nosotros decidir si
nuestra respuesta es «Sí» o «No».
El asesinato de Jesucristo
fue el resultado de su rebelión contra el gobierno y el dominio de la
Iglesia sobre el pueblo llano. Enseñó a las masas que eran iguales a los
ojos de Dios a los que pretendían ser superiores a ellos -ya fuesen
hombres de estado o reyes, sacerdotes o recaudadores de impuestos-. Les
enseñó a respetarse a sí mismos y a estar dispuestos a cuestionar la
autoridad para encontrar la verdad.
Cristo anduvo por la
Tierra mostrando a los plebeyos que los milagros ocurren y que son un
fenómeno natural cuando la gente está en alineamiento con la presencia
de Dios. Curó a los enfermos y levantó a los muertos, animando a los
espectadores a creer que ellos podían hacer las mismas cosas. Cuando
decía que era el «hijo de Dios», estaba diciendo a la gente que ellos
también eran hijos e hijas de Dios. Dijo a la gente que Dios les amaba y
deseaba que estuviesen contentos y bien; para demostrarlo, logró que
sus seguidores y audiencia así lo sintieran.
Sus discípulos,
que dicho sea de paso eran hombres y mujeres, pertenecían a todas las
condiciones sociales, gente corriente, gente rica y miembros de los
templos de diosas, como María Magdalena, que era también su mujer.
Existían miles de discípulos además de los doce de los que habla la
Biblia. Todos estos discípulos se abrieron a los dones de sanación,
profecía y clarividencia, demostrando que lo que dijo Jesús era verdad.
Uno tras otro, los discípulos realizaron milagros y hasta iniciaron a
otros al despertar espiritual, tal y como lo hizo Cristo.
Muchos de los poderes de Cristo fueron conferidos a través de mujeres
despiertas. Durante los primeros doce años de su vida lo enseñaron
diosas encarnadas tales como: María Madre, su madre Ana y otras. Más
tarde, cuando alcanzó la edad de doce años, como era tradición entre los
hombres, fue con los eruditos para compartir y enseñar. Viajó a Egipto y
a la India y se inició en las pirámides. Aprendió técnicas ancestrales
del templo y enseñanzas iniciáticas de escuelas esotéricas. Aprendió el
dominio de las funciones del cuerpo de antiguas prácticas yoguis y los
secretos de la longevidad y la muerte consciente. Enseñó estas materias
así como lo que naturalmente aprendió a través de la comunicación con
Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe, los ángeles y Melquisedec. Lo compartió
con sus discípulos, quienes a su vez practicaron las disciplinas y
gradualmente también despertaron.
Los gobiernos y las iglesias
de la época se sintieron muy amenazadas por todo ello. Una población de
seres humanos soberanos y maestros de sí mismos no tendría necesidad de
los que se proclaman como autoridades. Cuando los humanos se abren a su
conciencia sensorial plena y a la herencia espiritual perciben
fácilmente el engaño, la falta de amabilidad y la injusticia en los
demás. Las llamadas autoridades ya no pueden esconderse detrás de los
altos cargos o de la intimidación; se les destrona o simplemente nunca
se les pone en el poder. La amenaza de estos posibles cambios llevó a la
crucifixión, con la esperanza de que tomaran en serio el aterrador
ejemplo de lo que les pasaría si continuaban de manera tan radical.
Hoy en día no es un secreto la corrupción que existe a nivel mundial de
gobierno e iglesia. Tenemos hasta películas y libros sobre ello pero
aún así sigue empeorando. Así que aquí estamos, casi 2.000 años después
de Cristo, todavía viviendo en un planeta donde las masas están
controladas por unos pocos, y demasiado asustadas, entumecidas o
perezosas para hacer nada al respecto. El despertar espiritual es la
única cura para esta enfermedad social tan extendida porque el empuje
magnético sobre la Tierra para permanecer sin poder siendo conformista
es más fuerte que nunca. El despertar espiritual es para lo que Cristo,
con mucha ayuda, empezó a prepararnos durante su estancia en la Tierra.
Ahora estamos llegando a la era de la luz -tiempo de volver a
despertar-. Para poder evolucionar como especies debemos convertirnos en
un mundo interconectado en muchos niveles. Entre todos debemos alcanzar
la pureza de las enseñanzas espirituales sagradas de las ocho culturas
principales y sus ancestrales maestros pleyadianos. Todos debemos
olvidar las diferencias y elegir el amor divino y la armonía con todos
los seres, ya sean humanos, animales o sensibles. Todos deben ganar en
esta Convergencia Armónica. Así que, como a mí me han dicho los
pleyadianos y el Cristo en numerosas ocasiones: «Ahora es el momento».
Los Emisarios Pleyadianos de la Luz y muchos otros grupos
extraterrestres de esta galaxia y mucho más allá están verdaderamente
entusiasmados sobre lo que está ocurriendo ahora en la Tierra. ¿Te has
preguntado alguna vez por qué tantos extraterrestres, ángeles y Maestros
Ascendidos están con mayor disponibilidad de lo que solían estar? ¿O
por qué se nos vigila y se nos guía ahora tan cuidadosamente? Según los
pleyadianos es porque estamos en un momento de nuestra evolución aquí en
la Tierra en que tenemos la oportunidad de realizar un tremendo vuelco
paradigmal. Si lo conseguimos, este vuelco sería tan enorme que no sólo
erradicaría todo el karma del sistema solar al completo sino que
liberaría a los planetas y a los sistemas estelares de toda la galaxia y
algunas más allá.
¿Qué es tan especial de nosotros en este
momento? Para responder a la pregunta el siguiente capítulo muestra la
información canalizada por mí a través de Ra, el representante de los
Emisarios Pleyadianos de Luz y las Tribus Arcangélicas. La perspectiva
cosmológica actual de la Tierra y su futuro papel en esta galaxia te
ayudará a entender por qué es «Ahora el momento».
Extraído del Libro: Manual de Ejercicios Pleyadianos. Bárbara Hand Clow - Amorah Quan Yin.
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